Ciudad Tablita intenta resurgir del olvido de la mano de Impronta Venezuela

Ciudad Tablita intenta resurgir del olvido de la mano de Impronta Venezuela

Generar oportunidades para personas en situación de vulnerabilidad. Bajo esta premisa trabaja la Fundación Impronta desde hace dos años en lo que ha considerado un centro piloto de su gestión: Ciudad Tablita, un barrio ubicado en el sector Caucagüita, del municipio Sucre en la capital venezolana, Caracas.

 

Desnutrición, contaminación de agua, falta de acceso a métodos anticonceptivos, cuadros deficientes de salud, todo esto puede encontrarse en Ciudad Tablita, uno de los tantos sectores olvidados en el complejo contexto político, económico y social que vive la otrora potencia petrolera de América Latina e incluso del mundo, Venezuela.

Sensibles ante el difícil panorama, organizaciones no gubernamentales como Impronta, han decidido intervenir activamente en dicha comunidad y convertirla en un exitoso modelo que, aspirarían, se multiplique en otras comunidades. Hay mucho por hacer.

 

La ONG Impronta Venezuela trabaja en Ciudad Tablita como centro piloto de su gestión/ Foto: José Fernandes

 

Ciudad Tablita es uno de los barrios que conforma el conglomerado de Petare, municipio Sucre /Foto: José Fernandes

 

Bernardo Guinand, como presidente de Impronta, cree firmemente en el desarrollo del potencial humano como palanca para el desarrollo. Por ello centra sus esfuerzos en potenciar oportunidades individuales que cambien destinos.

 

Bernardo Guinand lidera las acciones de Impronta Venezuela / Foto: José Fernandes

 

Unas 72 familias, conformadas principalmente por mujeres y niños, habitan en las humildes viviendas de Ciudad Tablita, que se convirtieron por un día, en pequeños centros de salud para el desarrollo de una jornada especial que brindaría servicios de atención primaria, fundamentales para una comunidad que apenas logra sobrevivir en medio de los embates de una economía dolarizada, solo para unos pocos, como la venezolana.

 

La comunidad de Ciudad Tablita está conformada en su mayoría por mujeres y niños / Foto: José Fernandes

 

Médicos sin frontera, estudiantes de medicina, empresas, voluntarios y miembros de la propia comunidad harían posible esta realidad.

 

La jornada de salud organizada por Impronta Venezuela estuvo centrada en la atención primaria/ Foto: José Fernandes

 

La población infantil logró ser desparasitada / Foto: José Fernandes

 

Personal médico voluntario se unió a la jornada de salud organizada en el barrio de Petare/ Foto: José Fernandes

 

Impronta Venezuela trabaja en alianza con otras ONG, particulares y empresas privadas/ Foto: José Fernandes

 

Las evaluaciones médicas pasaron por la medición, el peso y la creación de un perfil nutricional, tema especialmente preocupante para el gremio de la salud que entregaría, como parte del plan ejecutado, fórmulas, cereales, suplementos y leche.

 

El operativo incluyó la realización de estudios antropométricos a la población infantil / Foto. José Fernandes

 

La desnutrición ha hecho mella en los niños venezolanos víctimas de la crisis económica de los últimos años/ Foto: José Fernandes

 

El registro de datos de las personas atendidas permitirá a Impronta Venezuela el seguimiento de su labor/ Foto: José Fernandes

 

La atención primaria de salud incluyó la implementación de labores educativas /Foto: José Fernandes

 

La comunidad participó de manera activa /Foto: José Fernandes

 

Ciudad Tablita es habitada por un alto número de mujeres con gran cantidad de hijos. Son además mujeres solas. Es así como se impondría la tarea de educar a dicha comunidad sobre la necesidad del uso de métodos anticonceptivos.

 

La entrega de anticonceptivos formó parte de la jornada de salud / Foto: José Fernandes

 

La población de Ciudad Tablita, predominantemente femenina, es sostén de hogar/ Foto: José Fernandes

 

Ciudad Tablita forma parte de uno de los tantos sectores empobrecidos del municipio Sucre de Caracas, área caracterizada por su alto nivel de congestionamiento, precariedad de los servicios públicos, delincuencia y hacinamiento, una compleja realidad que se repite en todo el país caribeño traduciéndose en una dramática crisis humanitaria que ha azotado ferozmente a los venezolanos forzándolos a un éxodo calculado en, al menos 4.5 millones de personas, de acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas.

De continuar la actual tendencia, la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR) calcula que, para 2020, unos 6,5 millones de venezolanos podrían estar fuera de su país.

Se estima además que la profunda crisis demanda una inversión de 1.350 millones de dólares destinados a atender a esta comunidad en las distintas naciones de América Latina y el Caribe que han servido de acogida. Esto, de acuerdo al plan regional diseñado por la ONU y la Organización Mundial para las Migraciones (OIM).